Monografía

Monografía

Una monografía es un escrito que recoge datos de distintas fuentes para desarrollar un tema académico. Una monografía en resultado de trabajo de investigación; es el producto escrito de una búsqueda, valoración, reflexión, interpretación y sistematización de conocimientos alrededor de algún tema.

Según las fuentes utilizadas para obtener datos, podemos clasificar a la investigación en:

a)    Investigación documental. Basada principalmente en documentos, libros, periódicos, revistas, informes de conferencias, apuntes, documentos fílmicos o grabados, mapas y gráficas.
b)    Investigación de campo. Se basa en la observación directa del objeto de estudio: formas de vida, comportamientos habituales, reacciones, etc.
c)    Investigación instrumental. Instrumenta y experimenta fenómenos para observar y registrar sus reacciones. Generalmente ocurre en el ambiente de un laboratorio.

Investigación para elaborar una monografía

1.    Elección del tema.
2.    Recopilación de material.
3.    Revisión y registro del material: lectura general y elaboración de fichas de las obras seleccionadas.
4.    Delimitación del tema.
5.    Esquema de trabajo.
6.    Selección de material complementario.
7.    Lectura cuidadosa del material de elaboración de fichas de contenido.
8.    Organización de las fichas de contenido.
9.    Redacción del borrador.
10. Redacción final del trabajo.

Estructura


Las partes de una monografía son las siguientes: portada, dedicatoria o agradecimientos (opcionales), índice general, prólogo (si se requiere), introducción, cuerpo del trabajo, conclusiones, apéndices o anexos y bibliografía. Ahora mencionamos de qué consta cada parte.

  • Portada: en ella se enuncian de manera ordenada el título de la monografía, el cual debe “reflejar el objetivo de la investigación, el nombre del autor, el nombre del asesor, la materia, la institución, el lugar y la fecha.
  • Dedicatoria o agradecimientos: si se desea, se puede agregar una hoja que funcione para dedicar el trabajo a alguien especial o para agradecer a una persona o a varias por su colaboración en la realización de la monografía.
  • Índice general: en él se enlistan los subtítulos presentes en el trabajo y se asigna a cada uno la página en la que se encuentra. También se pueden agregar índices específicos de los recursos empleados como tablas, ilustraciones, gráficas, apéndices, etc.
  • Prólogo: en una hoja aparte, la escribe el autor o alguien más. No es indispensable, pero en éste el alumno tiene la posibilidad de presentar los motivos que lo llevaron a elegir el tema, los problemas que tuvo mientras llevaba a cabo la investigación y algunas cuestiones personales relacionadas con su trabajo.
  • Introducción: en una extensión de 2 ó 3 páginas se plantea el tema, la problemática a exponer y su relevancia, el objetivo específico del trabajo y los objetivos particulares (si es que hay). También se pueden mencionar, a manera de síntesis, las secciones del trabajo como una guía para el lector y se pueden destacar algunos autores citados continuamente en el texto. Cabe destacar dentro de este apartado el alcance de la investigación para que se conozcan desde un principio los límites de la monografía. Como último paso dentro de la introducción, es importante describir los métodos utilizados para llevar a cabo la indagación del problema.
  • Cuerpo del trabajo: se organiza en capítulos o secciones que deben llevar un orden preciso. Se pasa de lo general a lo particular de forma progresiva en la exposición de la evaluación y presentación de los datos. Es de gran importancia relacionar lógicamente cada subtema de la monografía con el fin de unificar la investigación. Hay que tener en cuenta que los aspectos fundamentales de cada capítulo son “los hechos, su análisis y su interpretación, presentándolos en forma de texto, cuadros, gráficos, ilustraciones, etc.” (Ander-Egg y Valle, 108).
  • Conclusiones: se realiza un recuento de las ideas principales tratadas en el trabajo y se expresan algunas opiniones derivadas de la reflexión y análisis del tema, las cuales pueden ser útiles para demostrar que se lograron los objetivos planteados en el inicio: “Las conclusiones constituyen las respuestas encontradas al problema planteado en la introducción” (Temporetti, citado en Fabris, 3).
  • Apéndices o anexos: no siempre se deben considerar en una monografía, sin embargo, son materiales de apoyo para profundizar en el tema. Los apéndices tienen la función de conceptualizar temas relacionados indirectamente con la investigación central de tal manera que la pueden complementar, mientras que los anexos son tablas, gráficas, cuadros, etc. Que respaldan algunas afirmaciones hechas en el cuerpo del trabajo (Espino Vargas y Jurado Fernández, 4).
  • Notas al pie: se pueden utilizar cuando es necesario añadir algún comentario, definición o dato relevante que no embona dentro del texto pero que puede servir de apoyo para el lector.
  • Bibliografía: se enlistan todas las fuentes de información empleadas. Es primordial poner la información completa de cada fuente de acuerdo al estilo que se esté utilizando (APA, MLA, etc.). Se recomienda organizarlas alfabéticamente.

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